Las drusas del disco son cuerpos hialinos calcificados depositados en el nervio óptico pre-laminar. La formación de drusas está relacionada con la degeneración axonal de la cabeza del nervio óptico. La mayoría es congénita, bilateral, y pueden ser visibles en la primera o segunda década de vida.
El cuadro clínico puede ser caracterizado por la disminución de la agudeza visual y defectos en los campos visuales. Las drusas pueden causar, aunque raramente, alteraciones vaso-oclusivas y/o hemorragias del disco óptico y de retina.
Las drusas son fácilmente identificadas cuando aparecen como cuerpos hialinos de color amarilla brillante en el fondo de ojo. Cuando están inseridos en el tejido nervioso de la cabeza del niervo óptico, puede parecer edema de disco (pseudo-papiledema). Las drusas superficiales son muchas veces identificados por la angiografía con fluoresceína y presentan autofluorescencia antes de la inyección y una hiperfluorescencia nodular después de la inyección. En la ultrasonografía, las drusas de la cabeza del nervio óptico son hiperecogénicas con un cono de sombra posterior.