La enfermedad de Lyme es una infección sistémica causada por Borrelia Burgdorferi y transmitida por mordedura de una garrapata. Este diagnóstico es basado en los hallazgos clínicos y en el estudio serológico.
La enfermedad presenta tres etapas: etapa I, caracterizada por eritema crónico migrans; etapa II, por participación neurológica; y la etapa III es caracterizada por síndromes neurológicos crónicos.
Las manifestaciones oculares de la enfermedad de Lyme pueden ocurrir en cualquier parte del ojo y varían de acuerdo con la etapa de la enfermedad no tratada. En inicio, el paciente puede presentar conjuntivitis y fotofobia. En la etapa intermedia, puede existir visión nublada secundaria a edema de disco, atrofia óptica, papilitis o nevritis óptica retrobulbar. La etapa tardía puede incluir iritis, queratitis, vitritis, coroiditis multifocal, uveítis posterior o intermedia y nevritis óptica.