Las estrías angioides son en general bilaterales y representan roturas en la membrana de Bruch. En esta patología, el calcio se deposita sobre las fibras elásticas de la membrana de Bruch, lo que hace esta capa más frágil y susceptible de romperse Clínicamente consisten en bandas lineales de color marrón o rojo oscuro con contorno irregular, que se extienden desde el disco óptico hacia la periferia, por veces unidas por un anillo alrededor del disco. El epitelio pigmentario de la retina, adyacente a los bordes de las estrías, puede ser hipopigmentado o más delgado. Las regiones de transición entre retina normal y afectada pueden tener un aspecto de punteado fino, conocido como «piel de naranja». En la media periferia es común encontrar depósitos subretinianos hipopigmentados pequeños, conocidos por puntos cristalinos. Otros hallazgos oculares incluyen drusas del nervio óptico y cicatrices atróficas en la periferia de la retina.
En el inicio de estrías angioides, la autofluorescencia de fondo no presenta alteraciones. Con su evolución el complejo fotorreceptores/EPR vuelve atrófico produciendo líneas hipoautofluorescentes con márgenes hiperautofluorescentes.
La enfermedad sistémica más frecuentemente asociada con estrías angioides es el pseudoxantoma elástico (síndrome Gronblad-Strandberg).
Los pacientes suelen ser asintomáticos. Las estrías angioides sin embargo pueden causar hemorragias subretinianas asociadas o no con membrana neovascular coroidea (MNVC). Cuando hay una MNVC el tratamiento puede incluir láser (si la lesión es extrafoveal), PDT o inyección de un anti-VEGF.