La toxoplasmosis es una causa frecuente de inflamación intraocular y de uveítis posterior en pacientes inmunocompetentes.
Afecta en general niños y jóvenes (25-45 años de edad) y es caracterizada por recurrencias que pueden conducir a pierda significativa de visión.
En la toxoplasmosis congénita, la implicación se caracteriza por la presencia de una cicatriz grande, escavada y atrófica en la macula o en otro local de la retina.
La forma adquirida es caracterizada por la presencia de una retinitis focal necrosante con implicación de las capas internas de la retina y vitritis suprayacente.
Diagnóstico diferencial
- Necrosis aguda de retina
- Endoftalmitis
- Cuerpo estraño
- Uveítis heterocrómica de Fuchs
- Uveítis anterior granulomatosa
- Uveítis no-granulomatosa
- Manifestaciones oculares de infección HIV
- Manifestaciones oculares de la sífilis
- Retinitis
- Sarcoidosis
- Tuberculosis
- Glaucoma uveítico