La tuberculosis ocular es una infección causada por Mycobacterium tuberculosis. Se manifiesta como una infección primaria transmitida por vía hematógena. Cerca del 1-2% de los casos son resultantes de tuberculosis sistémicas. Puede ser unilateral o bilateral y aparece en todas las edades.
La tuberculosis puede afectar cualquier estructura del ojo y en general se presenta como un proceso granulomatoso, con granulomas multifocales múltiples.
Se manifiesta clínicamente como una uveítis de presentación variada, como iridociclitis, coroiditis focal o multifocal y pan-periflebitis. También se puede observar retinitis exudativa con dilatación venosa, hemorragias y numerosos exudados superficiales blancos y amarillos. La coroiditis difusa (la presencia de tubérculos de color blanco-amarillento, con un diámetro de 1/6 a ½ del diámetro de la papila, en coroides) es rara.
La sintomatología es observada con más frecuencia durante la reactivación de lesiones latentes que durante la infección inicial.
La coroiditis tuberculosa en forma serpiginosa afecta generalmente pacientes jóvenes y de mediana edad.
La presentación más frecuente tiene lesiones multifocales de coroiditis, en el polo posterior y periferia, que se alargan centrífugamente y más tarde se juntan en un patrón serpiginoso. Las lesiones activas son de color blanco-amarillenta y son hipofluorescentes en la fase inicial de la angiografía con fluoresceína y hiperfluorescentes en la fase tardía.